Anatomia del piano

El piano moderno mantiene en esencia las mismas características que a finales del s. XIX. Su estructura general está formada por un bastidor metálico, que mantiene la tensión del conjunto de cuerdas, la tabla armónica, encargada de transmitir y amplificar las ondas producidas por las mismas, un mecanismo accionado por teclas, que realiza la percusión de las cuerdas, y una caja o mueble exterior.

En los pianos de cola todo el conjunto se encuentra en horizontal, reposando sobre unas patas, mientras que en los pianos verticales se encuentra perpendicular al suelo. A partir de ahora, tanto para hablar de las partes del instrumento como de su mecánica nos referiremos siempre al piano de cola.

- Tabla armónica: es el verdadero elemento de resonancia del instrumento y su función es amplificar la onda sonora producida por la vibración de las cuerdas. Va colocada por debajo de las cuerdas y en paralelo a éstas.



Está formada por láminas de madera (generalmente de abeto) de 8 mm de grosor y unos 10 cm de ancho, encoladas lateralmente siguiendo la dirección de las vetas, de modo que éstas queden paralelas.

La tapa armónica no es plana, sino convexa en su zona central, lo que favorece la resonancia, pero por la presión de las cuerdas esta curvatura casi no se percibe a primera vista. Adosadas a la tapa armónica están las costillas, traviesas que aseguran su curvatura y la estabilidad de la tensión interior de la madera. Se encuentran encoladas a la tapa en sentido perpendicular a las vetas, lo que contribuye a repartir la resonancia en todas las direcciones.

- Puente: Sobre él están tensadas las cuerdas, y se encarga de transmitir la energía vibratoria de las cuerdas a la tapa armónica. Está dividido en dos secciones, una para la región grave y otra para el resto, debido a la disposición cruzada del encordado, aproximando la mayor parte del puente al centro de la tabla armónica, lo que mejora la calidad de la vibración sonora.



- Cuerdas: se encuentran dispuestas en abanico, de modo que se abren desde el clavijero hasta el puente, con el fin de amplificar la sonoridad del piano.

En total son 224, y la tensión a la que se someten por su afinación llega hasta los 75 kg., alcanzando en su conjunto del orden de 15 a 20 toneladas. Están hechas de acero duro al carbono (0,7 al 0,8 % de carbono)y mediante una técnica que se conoce con el nombre de trefilado, que permite obtener hilos finos por el hecho de pasar sucesivas veces hilos más gruesos por una hilera.

Las cuerdas del extremo grave, también llamadas bordones (de La a Sol1) están envueltas en acero de hilo de cobre, para aumentar el volumen sin ganar en rigidez, y son individuales. En la zona grave (Si1 a Do3) son dobles y en el resto están triplicadas.

- Bastidor: también llamado marco o placa de hierro. Es la columna vertebral del piano; y soporta la tensión de las cuerdas, que como ya hemos dicho puede alcanzar las 15 a 20 toneladas.

Está construido en una sola pieza de hierro, por ser el metal que menos se contrae al enfriarse tras la fundición, por lo que mantiene su estructura y dimensiones con la mayor fiabilidad. Está recubierto con una capa de bronce y varias de laca.

Su construcción original se hacía en madera, pero el aumento de tensión de las cuerdas obligó a incorporar sucesivos refuerzos de metal, hasta que en 1856 Steinway lo construyó fundido en una sola pieza lo que permitió ganar en sonoridad y una afinación más duradera.



- Clavijero: en él se insertan las clavijas de afinación. Está construido con láminas de madera maciza (generalmente haya), distribuidas una por encima de otra. Deben resistir una gran presión, asegurando la estabilidad de la afinación e impidiendo cualquier variación en la posición de las clavijas.

Las clavijas son pequeños cilindros metálicos en donde se enganchan las cuerdas. Desde su parte superior son manipuladas por llaves especiales para la afinación del piano. Se insertan en el clavijero con una ligera inclinación de 10°.



- Teclado: Está compuesto por un total de 88 teclas (el Bössendorfer modelo Imperial constituye una excepción al abarcar ocho octavas, es decir, 96 teclas) fabricadas en madera de tilo, haya o abeto.

Las teclas del registro grave llevan incorporadas unos cilindros de plomo con el fin de compensar el mayor pero de los macillos de la región grave e igualar el peso de todo el teclado, que suele oscilar entre los 48 y los 68 gramos.



- Caja y tapa: La caja es el mueble, el lado exterior, y prolonga la función de la tabla armónica. Está reforzada por un barrado, hecho con grandes barras de madera que sostienen el bastidor. Bajo ella se adosa la lira de los pedales.

La tapa no solamente cierra el mueble, sino también sirve, en la sala de conciertos, para dirigir los sonidos hacia el público.



- Pedales: en los pianos de cola suelen ser tres:

- Pedal forte o de resonancia (derecho): levanta simultáneamente todos los apagadores, permitiendo la libre resonancia de las cuerdas.

- Pedal celeste (izquierdo): desplaza lateralmente los martillos de manera que percutan las cuerdas simples más suavemente y las dobles y triples como simples y dobles respectivamente, con lo que se obtienen sonidos más débiles y diferente timbre al resonar la cuerda no percutida por simpatía. En los pianos verticales acerca la maquinaria a las cuerdas reduciendo el trayecto, lo que provoca menor velocidad y por tanto menos sonido.

- Pedal tonal (central): sólo existe en los pianos de cola y funciona igual que el pedal derecho pero afectando únicamente a las cuerdas que se encontraran bajadas en el momento de accionar el pedal.

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