Cuanto tiempo debo practicar piano?

LA PRÁCTICA DE PIANO: ¿CUÁNTO TIEMPO DEBERÍA PRACTICAR CADA DÍA?

A muchas personas les encanta tocar el piano, pero no necesariamente les gusta practicar o ensayar. La práctica puede ser tediosa, frustrante y agotadora. Igual que los atletas y deportistas entrenan, los músicos deben practicar.

Esto no significa que la práctica no pueda ser divertida. Si te gusta tocar música, deberías ser capaz de disfrutar de su práctica y, si no, probablemente significa que lo estás haciendo mal.

Volviendo a la época oscura de la música, la manera de practicar era estar dentro de una habitación con una única bombilla o foco colgando del techo. La habitación no tenía nada más que un piano y una banqueta (a veces, un poco de agua). Entraban dentro de ese cuarto y sólo salían después de horas de duro trabajo. Y, al día siguiente, volvían a hacer lo mismo. Repetían este proceso durante unos años y, de repente, ¡un día emergían como unos increíbles pianistas!

Si tú idea de ensayar y practicar es esta, no es de extrañar que no te parezca atractiva. ¡Poca gente hace esto! La práctica no tiene porqué ser de esta manera. Evidentemente, uno debe estar centrado, orientado hacia los detalles, dispuesto a plantar cara a las adversidades. Y sí, hay días en los que no te apetece hacer esto, pero hay numerosas maneras de hacer de la práctica algo divertido.

La primera pregunta que nos hacemos es ¿cuánto debemos ensayar? No hace falta decir que contra más practiques, mejor pianista serás. Si tú objetivo es convertirte en un pianista profesional, no te voy a engañar, esto te va a llevar mucho tiempo. Sin embargo, si tu objetivo es simplemente tocar de forma espontánea o casual, te llevará mucho menos tiempo. Si tu hijo o tu hija están en 5º grado y tienen la atención de los niños de esa edad, entonces mucho menos aún. Tu profesor sabrá encontrar la cantidad exacta de tiempo que necesitas dedicarle a la práctica del piano, pero deberías intentar hacer como mínimo treinta minutos cada día.

Los estudiantes de música adultos deberían dividir las sesiones en dos o más segmentos o partes, utilizando el principio de repetición espaciada. Si practicas una hora al día, intenta dividir este tiempo en tres partes de 20 minutos cada una. Así conseguirás centrarte mejor y no aburrirte y, por supuesto, después, al terminar apreciarás los descansos realizados.

La segunda pregunta que nos hacemos es ¿debemos practicar únicamente en el piano? La respuesta es no. Se puede practicar contando los ritmos o utilizando tarjetas de memoria del vocabulario para aprender los nombres de las notas y los términos musicales. Puedes escribir en ellas la digitación. También se puede practicar la improvisación poniendo la canción favorita de cada uno. Como ves, hay muchas actividades que puedes hacer para mejorar como pianista sin centrarte únicamente en el piano.

Por supuesto, el mayor tiempo debes pasarlo delante del piano tocándolo e interpretando canciones, pero también debes intentar cambiar de ejercicios para que tu mente no acabe aburriéndose.

Una rutina básica de ensayo podría ser como la siguiente:

1. Calentamiento. 10 minutos (escalas, arpegios, acordes…)
2. Ejecución a primera vista. 5 minutos. Busca una pieza de música que nunca hayas interpretado e intenta tocarla.
3. Piezas. 15 minutos. Practica las piezas que interpretarás en el próximo concierto o, en su defecto, ejercicios o piezas para el estudio propuestas por tu profesor.

Ajusta los tiempos de cada parte al tiempo total del que dispongas para practicar.

Recuerda lo siguiente: los buenos músicos del mundo no consiguen estar ahí sin un duro trabajo. Los atletas, incluso aquellos que tienen un talento natural, trabajan de forma constante. Los inventores que descubren cómo cambiar aspectos de este mundo, lo consiguen a base de errores, de pruebas fallidas. Los músicos pueden pasar por momentos de frustración en los que les parece que no mejoran, que no avanzan. Todo esto forma parte de un proceso. Conocemos aquellas personas que están en la cima, pero no sabemos cuánto trabajo les ha costado llegar a ella. La práctica del piano no siempre es divertida pero, al final del aprendizaje, te sentirás feliz de haber conseguido llegar hasta dónde te proponías con tus lecciones. ¡Quizá tú eres el siguiente gran pianista!