La postura para tocar el piano

LA POSTURA PARA TOCAR EL PIANO. NO INTENTES TOCAR SIN PRESTARLE ATENCIÓN.

Algunos aspectos sobre cómo tocar el piano, como la lectura de notas o el entrenamiento del oído, son intuitivos. Sin embargo, hay otros aspectos importantes que no lo son. De hecho, para muchos de nosotros, resultan ser lo contrario de lo que consideramos “intuición”. Este es el motivo por el que tener un buen profesor de piano es importante.

Los estudiantes creen que para tocar el piano deben hacerlo de forma que se sientan cómodos. Podemos llamar la postura que adoptamos de forma natural como la “posición por defecto”. ¿Alguna vez has probado de cambiar un hábito? Es difícil, ¿verdad? Este objetivo conlleva un esfuerzo consciente que debe mantenerse todo el tiempo, ya que la conexión cuerpo-mente es inconsciente y muy poderosa. Si eres un estudiante de piano que quiere mejorar su interpretación, la mejor forma de conseguirlo es cambiando el hábito de tu postura. Este pequeño cambio puede ser un paso más hacia tus logros. De esta manera, además, conseguirás tocar con plena consciencia de ti mismo, y no de forma intuitiva. ¡Y esto es una cosa genial!

A continuación exponemos algunos pasos simples para empezar a tocar el piano con una posición correcta y que, con la práctica, se convertirá en un hábito poderoso que hará posible que consigas tus objetivos.

PASO 1

Siéntate erguido en el borde del banco arqueando la parte baja de la espalda (mueve el banco hacia atrás, por ahora). Pon las palmas de las manos juntas, delante de ti. Separa las manos de forma que tus antebrazos queden paralelos el uno con el otro. Las palmas de las manos deben seguir mirándose la una a la otra. Después, levanta tus antebrazos y déjalos caer desde el codo, como si se hubiesen quedado dormido. Las manos deben seguir mirándose la una a la otra. Si tus brazos estaban completamente relajados, entonces habrán caído de forma que la punta de tus dedos esté mirando al suelo y tus brazos queden completamente extendidos; no hay manera de aguantar el peso de tus brazos con los codos cuando los dejas caer.

PASO 2

Para mejorar tu postura, pasa al siguiente paso. En lugar de poner las manos una mirando a la otra, gíralas de forma que queden horizontales, mirando el suelo. Curva tus brazos un poco de forma que las puntas de tus dedos señalen la pared en lugar del suelo. Ahora, levanta tus antebrazos hacia el techo y déjalos caer desde el codo, otra vez. Esta vez, el peso de tus antebrazos deberá ser aguantado por tus codos. Mueva tu banqueta cerca del piano, pero no demasiado cerca (tus codos deberían estar delante de tu barriga). Practica levantando y dejando caer tus brazos, aguantando el peso con tus codos. Imagina que en cada movimiento, presionas una tecla. Levanta y deja caer, levanta y deja caer.




PASO 3

El paso siguiente consiste en practicar esta técnica mientras interpretas, ahora sí, algunas octavas. Tócalas una vez con cada mano, separadamente. Haz rebotar el tercer dedo de la primera nota a la segunda y así sucesivamente, pasa después a hacerlo entre octavas, levantando y aguantando el peso de tus antebrazos desde los codos. Rebota y deja caer los dedos, rebota y deja caer, levantando tu mano del teclado más de lo habitual. Continúa practicando de esta forma hasta que te sientas cómodo e intenta pasar después a la interpretación de piezas. Mantén la postura mientras las interpretas y recuerda sostener tus manos desde los antebrazos para añadir sostenibilidad y flexibilidad a tu interpretación.


Mediante estos tres pasos, habrás conseguido habituarte a una forma de tocar el piano que por naturaleza no es intuitiva y mejorarás tu interpretación cualitativamente para hacer alcanzables tus sueños musicales. Sigue practicando. ¡Pronto será tan natural que ya no te hará falta ni pensarlo!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias ,me parece muy bueno lo que enseña.

Justamente la postura sentado frente al piano es una de las cosas que mas me cuestan.seguiré sus consejos.

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